En un tiempo de granjas y guerras, cada jugador representa un personaje de una de cinco facciones de europa del este, que están intentando conseguir fortuna y reclamar su posición en la tierra que rodea la misteriosa “Fábrica”.
 
Cada jugador empieza con diferentes recursos (poder, dinero, capacidad de combate y popularidad), una posición inicial distinta, y un objetivo secreto. Las facciones tienen habilidades y características diferentes, y las posiciones de inicio de cada jugador están calibradas para contribuir a la naturaleza asimétrica del juego y a la singularidad de cada facción.
Para reducir el tiempo de espera entre turnos y lograr que las partidas fluyan a un ritmo constante, Scythe usa un mecanismo de selección de acciones dinámico y ágil que permitirá a los jugadores economizar tiempo y disfrutar del juego en todo momento. Aunque existe abundante conflicto directo para los jugadores que lo busquen, no hay un sistema de eliminación.
 
Scythe ofrece a los jugadores un control casi total sobre su destino. Aparte del objetivo secreto de cada jugador, los únicos elementos de suerte son las cartas de encuentro, que los jugadores conseguirán a medida que interactúen con los ciudadanos de tierras recién exploradas, y las cartas de combate, que tienen un impacto mínimo en las decisiones de los jugadores, dejando la aleatoriedad en un segundo plano.